Es completamente normal que después de salir de una pandemia o inclusive desde antes, sintamos miedo en lo que respecta a los virus, gérmenes y bacterias, y queramos preguntarnos acerca de los procesos de eliminación de esos microorganismos.
Por eso, en el siguiente articulo te hablaremos acerca de la esterilización y cómo se lleva a cabo por medio de métodos físicos para ponerle fin a microorganismos nocivos.
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¿Qué es la esterilización y para qué sirve?
Se conoce como esterilización al proceso por el cual se logra la destrucción total de los microorganismos o gérmenes patógenos en un determinado material. Este procedimiento se puede lograr mediante tratamientos físicos o químicos.
En pocas palabras, la esterilización logra eliminar los agentes externos que podrían ser peligrosos de un objeto o sustancia, y posteriormente no permite que se contamine nuevamente.
Un objeto u espacio se puede llegar a considerar estéril cuando la probabilidad de encontrar unidades contaminadas es menor o igual a 10-6. Dependiendo del número de microorganismos presentes y su capacidad de resistencia, así mismo se necesitarán un mayor tiempo de esterilización.
¿Cómo se realiza una esterilización?
La esterilización es un valor absoluto, es decir, un objeto u espacio está o no está estéril. Por lo anterior, antes de realizar una esterilización es imprescindible proceder con una limpieza exhaustiva del material a utilizar: eliminando por arrastre la suciedad visible y la materia orgánica de las superficies o cosas, con el fin de reducir el número de microorganismos presentes para posteriormente aplicar algunos de los métodos de esterilización existentes.
Tipos de esterilización
Métodos físicos
Calor húmedo (en autoclave de vapor): este es uno de los métodos más seguros y utilizados. A través de este proceso los microorganismos se eliminan por la coagulación de proteína, lo que causa la rotura de los puentes de hidrógeno (que mantienen a las proteínas en su forma tridimensional) y los hace convertirse en proteínas no funcionales.
El calor húmedo se utiliza a temperaturas más bajas y en menos tiempo de exposición que el calor seco debido a sus facilidades en penetración.
Calor seco (en horno de esterilización): a través de este procedimiento se produce la destrucción de los organismos por la oxidación de sus componentes celulares, sin embargo, este proceso suele ser menos eficiente que el que se aplica con calor húmedo puesto que las bacterias mueren con mayor rapidez bajo presión generado por vapor.
Para este tipo de procedimiento se utilizan unos hornos especiales que permiten y garantizan la distribución uniforme del calor en su interior.
Flama directa: este es un método que entra dentro de los realizados con calor seco y consiste en colocar el objeto o material directamente al fuego hasta que se convierta en rojo vivo, con el objetivo de quemar los contaminantes hasta reducirlos a cenizas.
Es un procedimiento muy sencillo pero su eficacia depende de la calidad de la llama y no todos los materiales son aptos para este método.
Incineración: el objetivo es similar al de la flama directa, y es convertir el material contaminado en ceniza, sino que la diferencia es que para este procedimiento se utilizan cámaras especiales que alcanzan elevadas temperaturas muy elevadas.
Ebullición: con este procedimiento se alcanzan temperaturas de hasta 100°C que pueden lograr destruir células vegetativas, esporos de hongos y levaduras, y algunas partes de las esporas bacterianas. Y aunque este proceso nos permite reducir gran carga bacteriana es insuficiente para eliminar otras formas más resistentes como las endosporas.
Vapor fluente: esta técnica es empleada para esterilizar medios de cultivo que no se puedan someter a una temperatura superior a 100°C pues de lo contrario perderían sus propiedades. En este proceso se emplea una autoclave a presión atmosférica con la espitia abierta.
Tindalización: es un método de calor húmedo que permite esterilizar por acción discontinua del vapor de agua. El material se calienta a una temperatura entre 80°-100°C durante tiempos fraccionados, en días sucesivos y con periodos de incubación. Esta técnica permite destruir las células vegetativas, pero no las endosporas termorresistentes.
Radiación: este procedimiento se puede realizar mediante la radiación ionizante, que consiste en exponer los materiales a una energía ionizante por medio de partículas aceleradas o energía electromagnética para desactivar los microorganismos nocivos.
Como pudiste revisar anteriormente, los métodos más efectivos suelen ser los que utilizan calor húmedo, por eso, queremos informarte que Dentomat S.A.S somos fabricantes y comercializadores internacionales de equipos para esterilización a vapor.
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